Junto con los profesores Juan María Isasi y Manuel Marroquín colaboró en el diseño de los contenidos e itinerarios de especialización de la carrera de Psicología, puso en marcha los primeros laboratorios de Psicología de la Universidad de Deusto y favoreció la creación de redes de formación especializada en el ámbito de la Psicología Clínica a través del primer Máster que se puso en marcha en España. Su labor en el campo profesional también fue reconocida por el Colegio Oficial de Psicólogos de España a y así participó en las comisiones que definieron de los Perfiles Profesionales de la Psicología del Deporte, Tráfico y Seguridad Vial y de Intervención en Crisis y Catástrofes.
A nivel humano, según recuerda el profesor Imanol Amayra: «ha sido maestro de investigadores de la Psicología, persona de agudo ingenio que buscó entre sus colaboradores no sólo el estímulo del saber académico sino también del auto-conocimiento, inquieto y de gran intuición, con un sentido pragmático que no lograba ocultar una tímida ternura. Así será recordado por algunos de los que le conocimos: cabizbajo, mirada socarrona, mochila en ristre llena de papeles y libros, saliendo de su despacho con prisa para alcanzar el autobús que le llevaba a diario a Vitoria, con el deseo de volver un día más a su Universidad de Deusto».